¿Hace falta?
¿Hace falta quejarse
cuándo te hacen añicos?...
el sol nos ve lo mismo
y un abrazo placentero
ofrece generoso.
¿Hace falta quejarse
cuando la amistad cambia de nido?
El ave es migradora
y así el ser humano
-cuando escala el cielo-
olvida a los del bajo.
¿Hace falta quejarse
si tu mano soltaron?
¡Hace falta mirar!
Que cuando confías
extendidas abundan
¡Siempre amanece
por el Este pintado!
Grisáceo o naranja
avanza sobre ti.
Así también
se desprende el amigo
en su empeño de volar:
no lo detengas…
Cada cual
se eleva con su canto.
JUANA DANGL
Publicado en el Libro “Tinta del Alma”
del Taller de Escritura Poética y Autoconocimiento del mes de Junio del año
2005.
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